conSERvándonos se acerca a los gestores de centros y programas de ayuda a la comunidad y el medio ambiente para dar a conocer su propósito.

En esta ocasión conversamos con el médico Víctor Rodríguez, Presidente y Fundador de Aniquem, quién nos deja un importante mensaje.

Sobre Aniquem.

Asociación de Ayuda al Niño Quemado – ANIQUEM, es una organización de ayuda a niños, niñas y adolescentes con secuelas de quemaduras severas y de escasos recursos económicos que no pueden afrontar el tratamiento. Asimismo, brinda capacitaciones en prevención y como si fuera poco, se autogestiona a través de iniciativas de recaudación de material reciclado.  Fue un gusto conversar con él y conocer ese lado humano y solidario que lo llevó a fundar esta organización.

¿Qué lo inspiró a crear Aniquem?

Soy médico y tengo la especialidad de Cirugía Plástica, esta se encarga de tratar las alteraciones del tegumento (cobertura del organismo), es así que desde el año 1990, empecé a trabajar en el pabellón de Quemados del Hospital del Niño en Breña, veía de cerca el drama de accidentes ocasionados de manera absurda en niños pequeños, que les impactaban para toda la vida. Ocurría que luego de salir de alta los pacientes,  volvían a los tres o cuatro meses con deformaciones, les hacíamos nuevamente una cirugía y regresaban, resulta que los niños tienen una intensa respuesta de cicatrización hipertrófica por la que al no recibir rehabilitación se expresa totalmente.

Era necesario contar con un ente que se encargue de la rehabilitación integral y fue así que con otras personas altruistas en octubre del año 1999, fundamos ANIQUEM, para trabajar en prevención de lesiones por quemaduras y en proveer la rehabilitación integral a los sobrevivientes.

Mi motivación fueron la firme creencia en la solidaridad humana y el deseo de contribución.

¿Cuál es el propósito de Aniquem?

ANIQUEM, tiene dos objetivos centrales, trabajar en la prevención de lesiones por quemaduras y proveer rehabilitación integral gratuita a los niños sobrevivientes de quemaduras.

Atendemos desde hace 21 años, el Centro de Rehabilitación se encuentra operativo desde el año 2002.

Los directivos somos voluntarios, y tenemos un staff de 20 personas, entre el área asistencial y el área administrativa, recaudación de fondos, reciclaje. Nos auto gestionamos económicamente.

Nuestro sueño es crecer y tener sedes en el norte y sur del Perú de tal manera que nuestro servicio llegue a más peruanos.

¿Qué es lo más difícil para sacar adelante este sueño?

Es lograr la sostenibilidad económica, que nos permita un crecimiento continuo.

¿Cómo los ha afectado la pandemia?

La pandemia ha afectado notablemente los planes de crecimiento y el número de actividades, debido a la reducción en la recaudación, reciclaje.  La contracción de la economía, el cierre de las escuelas y universidades. Este año no tendremos campañas quirúrgicas, el número de pacientes a atender es limitado por el aforo reducido, las actividades de capacitación son mínimas.

Se habla de que los peruanos somos solidarios, ¿diría que es así? O por el contrario, ¿siente que hay indiferencia de la comunidad hacia las causas sociales?

Diría que  una parte de acuerdo a sus posibilidades y la otra,  es desconfiada, sin embargo, en el balance, considero que la población peruana es mayoritariamente solidaria. Actualmente recibimos apoyo a nuestros programas de reciclaje de papel, cartón, residuos eléctricos, lo que nos permite pasar este tiempo difícil.

¿Qué los alienta a continuar?

Los cerca de  seis mil sobrevivientes de quemaduras recuperados, quienes de no haber tenido la valiosa ayuda de los que colaboran con ANIQUEM, no hubieran tenido la oportunidad de recuperar una mejor calidad de vida, tenemos varias historias de éxito que nos indican, que el trabajo que realizamos tiene un impacto positivo en el bienestar de las personas.

¿Qué le dirías a las personas que te leen?

Les diría que ayudar al prójimo no tiene precio, le da más sentido a la vida. Disfrutar de la sonrisa de los niños que han pasado por el trance de las quemaduras y se han recuperado, es algo muy valioso.

Finalmente, creo que  esta pandemia nos ha mostrado la fragilidad del ser humano, nos ha hecho valorar más cada día y ahora que nos acercamos al Bicentenario, es un buen momento para  mejorar nuestro compromiso, siendo participantes activos, siendo el cambio que queremos para nuestro país.

Aniquem – Programas y Proyectos