Tú, yo y todos los seres que vivimos en este planeta tenemos derechos humanos universales y esto fue posible, gracias a que un grupo de personas, trabajando durante años de manera mancomunada en las Asambleas de las Naciones Unidas, lograron hacer posible un sueño que beneficiara a todos los ciudadanos del mundo.

Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de raza, sexo, nacionalidad, origen étnico, lengua, religión o cualquier otra condición. Entre los derechos humanos se incluyen el derecho a la vida y a la libertad; a no estar sometido ni a esclavitud ni a torturas; a la libertad de opinión y de expresión; a la educación y al trabajo, entre otros muchos. Estos derechos corresponden a todas las personas, sin discriminación alguna.

En este sentido, es una fecha significativa, que invita a la reflexión, pero también a la celebración, sobre todo, en un momento tan difícil para toda la humanidad, donde los derechos de las personas más vulnerables pueden verse afectados debido a la pandemia conocida como COVID-19.

Es responsabilidad de todos, trabajar por una sociedad mejor, nuestro pequeño granito de arena, puede hacer la diferencia.

En definitiva, ¿dónde empiezan los derechos humanos universales? En pequeños lugares, cerca de casa; en lugares tan próximos y tan pequeños que no aparecen en ningún mapa. […] Si esos derechos no significan nada en estos lugares, tampoco significan nada en ninguna otra parte. Sin una acción ciudadana coordinada para defenderlos en nuestro entorno, nuestra voluntad de progreso en el resto del mundo será en vano.»Eleanor Roosevelt