conSERvándonos se acerca a los gestores de centros y programas de ayuda a la comunidad y el medio ambiente para dar a conocer su propuesta.
En esta ocasión conversamos con Erika Schaefer Cuculiza, Presidenta de la ONG Tierra y Ser.
¡Disfruten y conozcan esta maravillosa organización!
La ONG Tierra y Ser es una organización sin fines de lucro cuyo objetivo principal es contribuir con la preservación del medio ambiente a través de reciclaje de plástico y brindar apoyo con implementos de movilidad asistida para personas con discapacidad.
Cuéntanos sobre Tierra y Ser su finalidad, tiempo de creación y cómo se gestiona.
La ONG Tierra Y Ser se funda en el 2007 con el terremoto de Pisco y su finalidad sin fines de lucro es salvar vidas y promover los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el pacto mundial de las Naciones Unidas.
Nuestros dos pilares solidaridad y medioambiente nacen, el primero inspirado en la labor de la señora Lily Cuculiza de Schaefer quien fue presidenta de la Cruz Roja del norte del país más de 36 años y nos inculcó el servicio a los demás y como poder salvar vidas; y el segundo, herencia de mi mamá que adoptó seis niños con capacidades especiales.
Así se formó el programa de Economía Azul Reciclando Ando que tiene por objetivo reciclar, salvar especies marinas en peligro de extinción y contribuir al mejoramiento de la huella de carbono, a través de la recolección de tapitas plásticas, las que luego se venden para adquirir sillas de ruedas, muletas, andadores y artefactos ortopédicos para ayudar a las personas con capacidades especiales sin los recursos necesarios para su adquisición, es un programa de triple impacto.
¿Cuál es el sueño de las personas que conforman Tierra y Ser?
Nuestro sueño principal es llegar a pasar el millón de Ecoguerreros sociales en el Perú, empezamos con 20 niños hace 13 años, hoy tenemos prácticamente 100.000 personas que directa e indirectamente se han convertido en Ecoguerreros sociales, pensamos que el legado más importante que podemos dejar son personas de bien con valores y que aprendan a respetar el medio ambiente y sobre todo la biodiversidad del Perú que es única en este universo conocido.
¿Qué es lo más difícil para sacar adelante este sueño?
Sensibilizar a las personas que tienen intereses personales que van en contra del medioambiente y del bien común, hacerles entender que están negándole a las generaciones futuras una vida plena, un mundo lleno de maravillas como el que recibimos nosotros, las generaciones del milenio pasado. Lamentablemente ya no tenemos mucho tiempo porque en el 2045 si no hemos logrado reducir las emisiones tóxicas y hacer algo con el efecto invernadero quién sabe qué pasará, estaríamos negándole a las futuras generaciones la oportunidad de disfrutar de un planeta saludable.
Normalmente nos preocupamos por qué clase de planeta vamos a dejar a nuestros hijos, pues en Tierra Y Ser decimos lo contrario, hay que preocuparnos que seres humanos vamos a dejar al planeta, somos finalmente los que hacemos la diferencia y generamos el cambio.
¿Cómo ha afectado la pandemia a los planes y actividades de Tierra y Ser?
Bueno normalmente tenemos un rol de actividades y eventos, emprendimientos, capacitaciones de Ecoguerreros, sensibilización, etc. En el transcurso de cada año; durante la pandemia no habido, hemos dedicado el tiempo y la energía a atender y dar prioridad a las personas con dificultades económicas para alimentarse o atender su salud.
Todos los oficios y recursos que normalmente se destinan a eventos y actividades promocionales han sido puestos a disposición de la logística necesaria para repartir más de 1 millón y medio de kilos de pollo, 100 tn de comida 100 mil litros de agua, 120 respiradores, 100.000 dosis de Ivermectina. Pudieron hacerse grandes cosas, con nuestros aportes, los de la empresa privada y de instituciones como las Fuerzas Armadas: La Marina La Fuerza Aérea y la Policía Nacional del Perú, a quiénes les agradezco en el alma, sin ellos no hubiera sido posible, entre otros, la entrega casa por casa de los donativos repartidos.
Se habla de que los peruanos somos solidarios, ¿dirías que es así? O por el contrario, ¿sientes que hay indiferencia de la comunidad hacia las causas sociales?
Encuentro solidaridad en todas partes, increíblemente en los lugares más pobres, donde hay más necesidades. Hay mucho que agradecer a la empresa privada y a las instituciones que han colaborado y participado. Me saco el sombrero por todos ellos, pero especialmente, y pienso que los medios deberían resaltar en primera plana, que hay gente pobre que no tiene casi que comer y sin embargo, colaboran dando su tiempo, repartiendo con nosotros, exponiendo su salud, en primera fila para que su comunidad reciba la ayuda; eso es lo más increíble que un ser humano puede hacer. Tenemos peruanos de esa calidad.
¿Qué inspira a los integrantes de Tierra y Ser, a seguir?
En Tierra y Ser y particularmente yo, pienso que la vida sin el servicio no tiene sentido, la contribución debería ser parte de nuestro día a día, somos seres humanos, somos naturaleza, lo vemos incluso en los animales, se apoyan unos a otros. En algún momento vi un documental del modo en que algunos delfines ayudan a unos pescadores en una zona de Oceanía a pescar.
La ayuda al prójimo debe crecer, no detenerse, desde algo tan sencillo como el hecho de ver cómo está tu vecino, la indiferencia para mí es el peor de los pecados.
¿Qué le dirías a las personas que te leen?
Les diría que lo más importante en esta vida es trascender dejar un legado positivo a nuestra comunidad buscando el bien común y que uno tiene que ser consecuente con lo que dice a través de sus actos porque hablar no implica realmente hacer y que los convoco a que prueben de donar la el 10 % de su tiempo a los demás y solucionando la felicidad de otros van a tener mucho más felicidad en sus vidas.
¿Qué lecciones sientes que nos quedan a los peruanos y al mundo sobre el 2020 que se fue? ¿Qué estamos dispuestos a dar a partir de este año?
Bueno yo siempre digo que no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita y este año nos ha dado esa lección, no necesitamos mucho, ni cosas, mientras tengamos salud podemos ser felices.
Han sido tiempos de darnos la mano, de ayudarnos, no sirve si unos están bien y otros no, así se generan las crisis. La unión hace la fuerza.
